Así será la palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para lo que fue enviada.
Isaías 55:11 (NKJV)
Luego de que la mamá de mi esposa falleció, estábamos involucrados en la resolución de su patrimonio, que incluía unos pocos acres de tierra. Decidimos tumbar algunos árboles y edificios antiguos antes de venderla.
Cuando la excavadora había terminado, se veía como si un tornado la hubiera golpeado. ¡Había raíces que salían de la tierra por todas partes! Me recordó que cuando se trata de árboles, todo lo que se ve sobre la tierra está también por debajo, donde no se puede ver. De hecho, lo que está por debajo es lo que determina lo que se ve arriba. Un árbol es tan bueno como lo es su sistema de raíces.
Lo mismo se podría decir de lo que está pasando dentro de usted. Lo que sea que está creciendo en su vida tiene un sistema de raíces en su corazón. Así que si no le gusta lo que está creciendo, es el momento de llegar a la raíz.
Incluso si nunca ha plantado nada intencionalmente en su corazón, aun así hay un sistema de raíces. Es hora de que trate su corazón como un jardinero experto trata un pedazo de tierra. Plante lo que quiera en él mediante la meditación en la Palabra de Dios y obtendrá la vida de sus sueños.
La mejor parte de la Palabra de Dios es que una vez que se planta es inamovible e imparable. Ahogará toda creencia errónea y superará toda incredulidad. Su Palabra siempre funciona.
Usted está hecho a imagen y semejanza de Dios. Él tiene un plan para su vida. Con él, usted puede superar cualquier tormenta. ¡Estas son las actitudes que puede tener mientras siembra la Palabra de Dios en su corazón!