Pero tenemos este tesoro en vasijas de barro para que se vea que tan sublime poder viene de Dios y no de nosotros.
2 Corintios 4: 7 (NVI)
Cuando usted dio su vida a Cristo, se convirtió en una nueva creación, y dentro de su mente hay una batalla en curso de cómo se ve a sí mismo.
Cuando usted se mira en la palabra perfecta de Dios, en la Biblia, para determinar quién es usted, esto afecta lo que usted cree en su corazón. En su corazón, Su verdad comienza a dar a luz salud, alegría, buena autoestima, risa, amor y todo tipo de cosas maravillosas.
Sin embargo, hay algunas cosas específicas que necesita ver en la Palabra de Dios para desarrollar una imagen exacta de usted mismo. En los próximos días, vamos a cubrir algunas de ellos, pero hoy, vamos a hablar de la primera. Cuando nos miramos en el nuevo espejo, necesitamos ver el poder de Dios en nosotros.
El versículo de hoy habla de este sublime poder dentro de nosotros que viene de Dios. Para llegar a saber quién es usted en Cristo, medite en los versículos que hablan de ese poder en usted. Y la próxima vez que se mire en el espejo del baño, por ejemplo diga, “el poder de Dios está en mí en este momento.”
Usted tiene que empezar a creer y ver que Su poder está en usted, no sólo en su pastor o líder de culto. Está en usted.
Comience a confesar que el poder de Dios está en usted. Si usted conoce a alguien que necesita de la oración, porque está enfermo, puede poner las manos sobre él. Si alguien está interesado en Jesús, puede dirigirlo a que invite a Jesús a entrar en su corazón. Cuando ore, hay un poder tremendo disponible. ¡Créalo!