Todos los que el Padre me da, vendrán a mí; y al que a mí viene, no lo rechazo. Juan 6:37 (NVI)
En los últimos días, hemos estado en una serie hablando de cómo puede lograr su potencial. Hoy vamos a hablar de algo que mantiene el potencial de muchas personas bloqueado: el miedo al rechazo.
Cuando Adán y Eva estaban en el jardín, su relación con Dios les permitía caminar en la confianza y la fe. Consiguieron su poder y capacidad de su relación con Dios. Pero cuando se desconectan de Dios, descubrieron el rechazo y el miedo.
Cuando Dios vino en busca de ellos al jardín, los llamó, pero no respondieron. Se estaban escondiendo. Ellos nunca antes habían tenido miedo al rechazo de Dios, y debió haber sido horrible el ser confrontado con todo esto a la vez.
Todos sabemos cómo es esta sensación. Todos hemos sido rechazados en un momento u otro de la vida. Pero hay que saber que, como creyente, usted NUNCA tiene que temer el rechazo de Dios. Él lo acepta incondicionalmente. Puede recurrir a Él en cualquier momento y saber que Él va a estar allí para usted.
¿Qué pasa si usted acaba de cometer el mayor error de su vida? Él lo acepta. ¿Qué pasa si ha herido a otra persona realmente mal? Él lo ama. Puede que tenga que enfrentar las consecuencias de sus acciones aquí en la tierra, pero esas consecuencias no vienen de Dios. Él no puede aprobar sus acciones, pero Él lo aprueba a usted, y siempre lo hará.
Dios nunca lo va a rechazar. Si usted desea alcanzar el potencial dado por Dios, medite en el versículo de hoy hasta que esté completamente convencido. Y si necesita un poco más de convencimiento, lea Juan 6:39 y 10:28 también!