Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con Él. Mateo 17: 5 (NVI)
Mi esposa Sally y yo tenemos cinco hijos, y una cosa asombrosa tuvo lugar cuando cada uno nació.
Antes de que mi primer hijo naciera, no pensé que jamás pudiera amar a nadie tanto como amo a Sally. Pero en el momento en que puse los ojos en esa niña, era como si mi corazón se duplicara de capacidad.
Yo no tenía que compartir el amor que tenía por Sally con este bebé. Sally no llegó de repente a tener la mitad del amor que le tenía antes. Y cuando nació nuestro segundo hijo, es como si mi amor se dividiera en tres partes. Mi corazón se ampliaba cada vez para amar a aquel nuevo pequeño, y ese bebé no tenía que hacer la más mínima cosa para ganar mi amor.
La verdad es que Dios, nuestro padre celestial, siente lo mismo por usted! No es necesario hacer nada para ganar su amor. Él lo amó antes de cualquier logro. Él lo aprueba a usted. Usted necesita imaginar la voz de Dios que sale de los cielos y que le dice: tal como dijo a Jesús: “Este es mi amado (inserte su nombre aquí), en quien tengo complacencia” (Mateo 3:17).
Usted podría estar pensando, sí, pero usted no sabe lo que hice la semana pasada. Cuando se trata del amor de Dios, no importa. Es importante que se dé cuenta de esto para que pueda comenzar a basar su autoestima en lo que Dios piensa de usted.
Empiece a reconocer que Dios lo aprueba a usted. Él cree en usted!