Y hubo una voz de los cielos que decía: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.” Mateo 3:17 (NKJV)
Mateo 3: 13-17 cuenta la historia de Jesús siendo bautizado. Tan pronto como Jesús salió del agua, se abrieron los cielos. El Espíritu de Dios descendió en forma de paloma sobre Jesús, y una voz dijo: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.”
¿No es interesante? Dios no dijo, “Este es mi Hijo amado. Seguro, espero que le vaya bien.” Dios dijo que estaba contento con Jesús. Pero el ministerio de Jesús ni siquiera había comenzado todavía. No había sanado a los ciegos o cojos o caminado sobre el agua. No se había realizado un milagro. Sin embargo, Dios estaba diciendo: “Este es mi Hijo. Lo apruebo.”
Usted puede aprender mucho acerca de Dios a partir de esta interacción. Usted no tiene que ganar la aprobación de Dios. Él lo ama sin importar nada!
¡Esto es grande!
Algunas personas creen que Dios está enojado y quiere clavarlos cuando incluso piensan en un pecado. Ellos se imaginan a Dios como alguien que nunca los aprueba ni está contento con ellos y esto frena su potencial.
La verdad es que Dios lo aprueba! No siempre puede aprobar todas sus decisiones, pero siempre lo aprueba a USTED. Usted está hecho a Su imagen y semejanza (Génesis 1:26), hecho formidable y maravilloso (Salmo 139: 14). Él lo hizo sólo un poco menor que él, coronado de gloria y majestad, y lo hizo para gobernar sobre todas las demás obras de sus manos (Salmo 8: 5-8).
Dios lo aprueba a usted. Cuanto más se den cuenta de esto, más su autoestima va a venir de Dios. Y cuando usted sabe quién es en Él, usted estará capacitado para llevar a cabo cada porción del potencial que Él colocó dentro de usted.