Unos cantaban alabanzas, y otros respondían: «Den gracias al Señor, porque él es bueno, porque su amor por Israel es eterno.» Y todo el pueblo gritaba de alegría y alababa al Señor, porque ya se había comenzado a reconstruir el templo del Señor. Esdras 3:11 (DHH)
La gratitud trae la presencia de Dios a nuestras vidas.
La presencia de Dios está siempre con nosotros y en nosotros, como creyentes. Sin embargo, necesitamos dirigir intencionalmente nuestra atención a Dios para experimentar su presencia, y en los últimos días hemos estado hablando acerca de cómo el alabarlo es una de las mejores maneras de hacer esto.
Hay muchas maneras de alabar a Dios. Hemos hablado de cantar, alabar en voz alta, hacer ruido alegre y la risa. Y, según el versículo de hoy, otra manera bíblica de alabar a Dios es la acción de gracias.
El Salmo 100:4 repite este sentimiento. El salmo 69:30 dice que podemos “alabar el nombre de Dios con canciones y glorificarlo con acción de gracias”, y Efesios 5:19-20 nos anima a dar siempre “Gracias a Dios Padre por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo”.
Cuando nos enfocamos en aquello en lo que estamos agradecidos, es mucho más fácil ser conscientes de la presencia de Dios. Todavía podemos ser conscientes de nuestros problemas, pero si recordamos que Dios vive en nosotros, si recordamos las veces que él ha venido a nosotros, si recordamos sus promesas y lo que ha hecho por otros, podemos permanecer en la fe y ser empoderados para ir a través de lo que estemos viviendo.
Ser agradecido no significa que usted se está acostumbrando a su situación actual. Usted puede creer que Dios va a traer un cambio en su situación mientras le agradece por las bendiciones que tiene. Por lo tanto, incluso si hay problemas que lo están acosando hoy, encuentre algo por lo cual estar agradecido, y usted será consciente de la presencia de Dios en su vida en un mayor grado.