¡Sueña en grande!

Leon FontaineEntregate

Por eso, todos nosotros, ya sin el velo que nos cubría la cara, somos como un espejo que refleja la gloria del Señor, y vamos transformándonos en su imagen misma, porque cada vez tenemos más de su gloria, y esto por la acción del Señor, que es el Espíritu. 2 Corintios 3:18 (DHH)

Dios nos quiere llevar a más y más gloria, pero a veces nos quedamos atascados después de la primera gloria.

Somos salvos, y experimentamos un poco de esa gloria. ¡La vida con Dios es impresionante, emocionante y nueva! Pero luego, al cabo de unos meses, la emoción parece desvanecerse.

¿Usted sabe por qué? Creo que perdemos esa pasión si no continuamos cambiando y creciendo con Dios. Nos quedamos enfocados en cómo todo el mundo tiene que cambiar en lugar de pedir a Dios que nos cambie. Creemos que, para ir con más y más gloria él necesita cambia a mi cónyuge, mis hijos, mi pastor, mi jefe…

Pero eso no es lo que dice el versículo de hoy. ¡Somos transformados a su semejanza con más y más gloria!

La emoción viene con el cambio. Cuando usted empieza a sentir que no es lo que solía ser, y que se está moviendo hacia adelante con lo que Dios lo ha llamado a ser, ¡es muy emocionante! Cuando usted empieza a cambiar, ¡todo vuelve a la vida en usted!

Sólo hay que poner su confianza en Dios de nuevo. Comenzar a soñar con tener una vida llena de grandes relaciones, pasión y propósito. Crea que las cosas pueden cambiar, y confíe en que Dios le da el poder para cambiarlas.

Y en la medida en que usted crece, ¡disfrute de la vida! Disfrute de la comida, la diversión y la familia. Deje de enfocarse en lo que no le gusta o no tiene, y enfóquese en aquello por lo que puede alabar a Dios. ¡A usted le va a encantar esta vida que tiene con Dios!