For sin shall not have dominion over you, for you are not under law but under grace.
Romans 6:14 (NKJV)
Entender la gracia es una mejor motivación contra el pecado que el temor o la culpa.
Algunos piensan que la gracia es tan liberadora que puede producir que la gente caiga en el pecado. Pero realmente es lo opuesto.
Piénselo. ¿Qué motiva a un esposo a no abusar de su esposa? ¿Es porque le teme al castigo o porque la Biblia dice que no debe hacerlo? Puede ser…pero en una relación sana, él trata a su esposa con afecto y respecto porque ¡él la ama y quiere lo mejor para ella! Su decisión está basada en la integridad y en la relación que él tiene con ella, no en el temor o la culpa.
Lo mismo aplica cuando usted tiene una relación con Dios.
De hecho, a medida que usted es consciente de quién es usted en Cristo, el pecado pierde su poder. Cuando comienza a entender cuánto Él le ama, usted se da cuenta de que Dios le ha provisto de una forma sana y más satisfactoria de lograr cada deseo que tenga. En Él, usted también tiene el poder para vivir a Su manera.
El pecado lentamente pierde su encanto, porque en lugar de alcanzar sus deseos con malos hábitos o de manera pecaminosa, usted descubre que puede tener algo mucho mejor: ¡una vida llena de paz, gozo y satisfacción que está más allá de lo que pudiera haber imaginado!
Además, el pecado trae destrucción, pero esa destrucción no viene de Dios.
La cierto para usted como creyente, es que el demonio está derrotado. Usted es una nueva creación en Cristo, que es amado por un Dios Padre que siempre quiere lo mejor para usted. Deje que esta realidad lo empodere para vivir a Su manera, porque es mucho mejor que cualquier otra alternativa.