For by grace you have been saved through faith, and that not of yourselves; it is the gift of God, not of works, lest anyone should boast.
Ephesians 2:8–9 (NKJV)
A través de la obra realizada por Jesús en la cruz, un nuevo pacto fue hecho con Dios. Todo antes de ese punto estaba bajo el antiguo pacto. Pero después, un nuevo pacto lo reemplazó.
El problema es que mucha gente mezcla lo antiguo y lo nuevo.
Cuando Pablo escribía cartas a las primeras iglesias, continuamente corregía este error. Los primeros cristianos parecían haber entendido que ellos entraron en una relación con Dios a través de Cristo sin tener que ganarla. Sin embargo, ellos seguían pensando que necesitaban ganar las bendiciones de Dios a través de su comportamiento.
En otras palabras, ellos sabían que estaban salvados por la gracia, pero pensaban que eran bendecidos por las obras.
Muchos todavía cometen ese error hoy, pero la verdad es que somos salvados y bendecidos por la gracia. El poder sanador de Dios, la capacidad que Él nos da para prosperar, y todas las demás bendiciones que Él provee son Su regalo para nosotros.
Usted necesitará aún entrar en acción para recibir estas bendiciones, y algunas veces esto puede parecer como un trabajo, pero hay una gran diferencia. Por ejemplo, el trabajo que necesita hacer para estar sano (ejercicio, alimentarse bien, etc.) no es hecho para ganar el derecho a estar sano. La salud es suya en el nombre de Jesús. El trabajo que usted hace para estar sano, es solo una parte del actuar en su fe e ir por su derecho a la salud.
Nunca olvide que, gracias a la obra realizada por Jesús, usted como creyente está bajo un nuevo pacto –uno que se basa en la gracia, no en las obras. Cada bendición y promesa en la Biblia es un regalo para usted de su amado Dios Padre.