Todos cometemos muchos errores; ahora bien, si alguien no comete ningún error en lo que dice, es un hombre perfecto, capaz también de controlar todo su cuerpo.
Santiago 3:2 (DHH)
¿Usted lucha para tomar decisiones de forma rápida?
Si usted está a menudo indeciso, puede ser que sea porque tiene miedo de tomar la decisión equivocada. El problema puede estar en que usted está juzgándose a sí mismo con dureza por cometer errores, pero nadie es perfecto.
Una forma de superar este problema es la práctica. Cuantas más decisiones tomes, más fácil será. ¿Tomará a veces la decisión equivocada? Sí, pero a través de esas experiencias usted aprenderá que el mundo no se acaba cuando se comete un error.
Utilizaremos un pequeño ejemplo divertido para detener este proceso. Digamos que usted está teniendo problemas para elegir qué comer en un restaurante. Si elige la ruta de la indecisión, le costará trabajo decidir, y preguntará a todos los demás lo que creen que usted debería ordenar. Cuando finalmente escoge algo y llega, se encontrará pensando: “Hombre, yo sabía que no debería haber pedido esto”, y el sufrimiento entero va a arruinar tu capacidad de disfrutar de una agradable comida.
Ahora, imaginemos que en su lugar usted elije ser decisivo. Cuando usted está mirando el menú, se da cuenta de que usted no tiene el deseo de algo específico, por lo que sólo decide ordenar algo saludable, y luego mueve su atención a disfrutar de la compañía con la que está. Tal vez la comida no sea su favorito cuando llegue, pero aún usted pasa un buen momento, ya que ha dejado de fijarse en lo negativo.
A nadie le gusta cometer errores, pero no puede permitir que el miedo al fracaso lo incapacite. Esta semana, no sea tan duro consigo mismo. Sepa que si toma una decisión que no es perfecta, usted todavía se encontrará bien.