Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda la vida por causa mía, la salvará. Lucas 9:24 (DHH)
Dios es más que capaz de cuidar de usted.
Con mucha frecuencia nos olvidamos de esto y nos hacemos responsables de satisfacer nuestras necesidades. Desafortunadamente, la manera más rápida de sentirse vacío es enfocarse en sus propias necesidades y deseos.
Cuando usted aprende a confiar en Dios para que Él supervise toda su vida, cada necesidad y deseo, sus deseos egoístas, quedan en un segundo plano, por su disposición a hacer las cosas a Su manera. Cuando usted lo pone a Él primero y sus necesidades en último lugar, usted siempre termina obteniendo lo que realmente necesita.
En Lucas 9:23, Jesús dijo: Si alguno quiere ser discípulo mío, olvídese de sí mismo, cargue con su cruz cada día y sígame. (DHH). Jesús entiende que la lucha contra los deseos egoístas es una batalla diaria. Necesitamos tomar una decisión diaria para dejar atrás cosas superficiales que no tienen ninguna esperanza de satisfacernos.
Lucas 9:23-25 (TLA) lo expresa de esta manera: Si alguno quiere ser mi discípulo, tiene que olvidarse de hacer lo que quiera. Tiene que estar siempre dispuesto a morir y hacer lo que yo mando. Si alguno piensa que su vida es más importante que seguirme, entonces la perderá para siempre. Pero el que prefiera seguirme y elija morir por mí, ése se salvará. De nada sirve que una persona sea dueña de todo el mundo, si al final se destruye a sí misma y se pierde para siempre.
Para encontrar su verdadero yo, deje que Dios lo guíe.
¡Él elige lo mejor para usted! Cuanto más siga usted Su camino, más poder tendrá para lograr una vida increíble. Hoy, sintonícese hacia donde lo está guiando el Espíritu Santo. Pídale a El que le muestre a quién puede ayudar mientras avanza cada día.