Tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos. Hebreos 11:1 (DHH)
¿Alguna vez ha tenido dificultades para definir lo que usted cree? Tal vez incluso usted se haya cuestionado por completo la existencia de Dios.
En un vuelo reciente, me encontré sentado junto a un hombre que leía un libro sobre espiritualidad. Empezamos a conversar y cuando mencioné que era pastor, él admitió que estaba intrigado por los asuntos espirituales y que había estudiado todas las religiones del mundo. A pesar de su interés, en su corazón era ateo. “Yo realmente desearía creer en Dios y con frecuencia envidio a las personas con fe”, dijo. “Pero simplemente no creo”.
Pensé en esto por un momento. Mientras miraba las nubes por la ventana del avión, una analogía vino a mi mente.
Varias semanas antes, estaba en el aeropuerto esperando un vuelo cuando CNN informó que un avión se había estrellado en otro continente en la mitad del mundo. Cuando mi avión llegó y los pasajeros estaban abordando, sentí un poco de miedo y duda. Por un momento reconsideré subirme a ese avión. Después de pensar en las consecuencias, decidí confiar y creer que el piloto me llevaría a casa a salvo.
La fe es así. Usted está tomando la decisión de poner su confianza en Jesús.
Mi conversación con este hombre me hizo darme cuenta de que muchas personas tienen un concepto equivocado de la fe. La fe no es algo que uno encuentre por casualidad; es la decisión consciente de confiar.