FE REAL, NO FALSA

Leon FontaineEntregate

Tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos. Nuestros antepasados fueron aprobados porque tuvieron fe. Por fe sabemos que Dios formó los mundos mediante su palabra, de modo que lo que ahora vemos fue hecho de cosas que no podían verse. Hebreos 11:1–3 (DHH) 

¿Qué tan importante es la fe para Dios? Hebreos 11:2 nos dice que la fe hizo que los grandes hombres y mujeres del Antiguo Testamento agradaran a Dios. De hecho, el versículo 6 dice que sin fe no es posible agradar a Dios (DHH). 

Todas las personas enumeradas en el capítulo once de hebreos — Abel, Enoc, Noé, Abraham, Sara, Isaac, Moisés, Rahab, Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David y Samuel – ellos, hicieron grandes obras para Dios por la fe. 

Sin embargo, hay una fe falsa que yo llamo consentimiento mental. Estar de acuerdo mentalmente que es posible que Dios pueda sanar es muy diferente de creer que Dios lo sanará hoy. ¡Necesitamos conocer la diferencia! 

Descubrir cómo usar su fe es uno de los mayores desafíos que usted enfrentará. Nadie más puede activar su fe por usted. Cuando Jesús sanaba a las personas, con frecuencia decía algo como: “De acuerdo a SU fe, sea hecho”. Como sucede con todos nosotros, hay varias cosas que usted no está experimentando en la vida porque no tiene fe en esa área. 

No podemos simplemente darnos una palmadita en la espalda diciendo que todo va a estar bien cuando Dios tiene mucho más para nosotros, de lo que estamos viviendo. Necesitamos animarnos y estimularnos mutuamente para así levantarnos y hablar a las montañas que intentan derribarnos. 

Rechace la satisfacción del “consentimiento mental” teniendo una fe real que mueve montañas.