El espíritu que Dios ha dado al hombre es luz que alumbra lo más profundo de su ser. Proverbios 20:27 (DHH)
Es importante distinguir cuando usted siente que el Espíritu de Dios lo está guiando. Usted está compuesto de tres partes: espíritu, alma y cuerpo. Los sentimientos son la voz del cuerpo. El razonamiento es la voz de su mente. Y la conciencia es la voz del espíritu.
Con frecuencia podemos sentir la guía del Espíritu Santo como un presentimiento.
Incluso aquellos que no han entregado su vida a Cristo pueden sentir y seguir a su espíritu humano porque sabe cosas que su mente no puede saber. Sin embargo, cuando aceptamos a Cristo Jesús como nuestro Salvador, el Espíritu de Dios se establece en nuestro espíritu. Adquirimos el derecho de acceder a Su ilimitada dirección perfecta.
Cuando yo tengo que tomar una decisión, comienzo a establecerme en la dirección que yo siento que el Espíritu Santo me está llevando a tomar. Pienso en ello y determino la mejor ruta y cuando comienzo a moverme en esa dirección, me sintonizo para ver si tengo paz al respecto.
Si no siento paz, sé que algo no está bien. Intuitivamente usted sabe cuándo las cosas no están bien: en el fondo, usted experimenta un sentimiento de intimidación. Solo piense en un momento en el que usted sabía que lo que quería hacer estaba mal, pero lo hizo de todos modos. Ese es el sentimiento de prohibición del que estoy hablando.
Piense en las decisiones que usted está enfrentando ahora mismo. ¿Tiene una sensación de paz con respecto a la dirección hacia la que se dirige?