Siendo hombre de doble ánimo, inestable en todos sus caminos. Santiago 1:8 (LBLA)
En la vida, algunos se enfocan completamente en ellos mismos: Sus necesidades y las necesidades de su familia. Otros están enfocados en Dios. Por otra parte, algunos parecen vacilar de un lado a otro entre los dos.
Ellos se preocupan por su futuro, así que cuando oran, lo hacen desde un lugar de miedo, no de fe. Santiago 1:8 lo llama tener “dos mentes”. Esto hace que usted sea “inestable, desconfiado e inseguro acerca de todo” lo que usted piensa, siente y decide. Pero usted no tiene que vivir de esta manera.
Elija tener fe, poniendo su mente en la Palabra de Dios. Cuando usted aprende la Palabra de Dios, puede usar sus palabras para reemplazar pensamientos temerosos y llenos de dudas. Por ejemplo, el pensamiento “¿Por qué a Dios le importaría mi situación?” Puede interrumpirse inmediatamente diciendo: “Dios se preocupa por mí. La Biblia dice que me ama con un pensamiento tan cuidadoso que incluso conoce el número de cabellos de mi cabeza” (Mateo 10:30).
Al estudiar la Palabra de Dios, concéntrese en ella y escuche su enseñanza, pídale al Espíritu Santo que le ayude a creer. Al igual que el hombre en Marcos 9 que trajo a su hijo a Jesús para ser sanado, usted puede orar “¡ayúdame en mi incredulidad!” Maros 9:24 (DHH) dice: “Yo creo”. ¡Ayúdame a creer más! Dios sabe que usted tiene dificultades para mantener a raya los pensamientos llenos de dudas. ¡Pídale a Él hoy y Él le ayudará a creer!