… tengas valor y firmeza. No tengas miedo ni te desanimes porque yo, tu Señor y Dios, estaré contigo dondequiera que vayas. Josué 1:9 (NLT)
Cuando Moisés murió, Josué quedó a cargo de guiar al pueblo israelí del desierto a la tierra que Dios les había prometido. Dios no solo les dio su nueva tierra; se requirió coraje para luchar contra los gigantes que la habitaban. Varias veces, Dios le dijo a Josué que fuera fuerte y valiente. Él no le dio catorce pasos para desarrollar valentía. Solo le dijo que lo fuera.
La valentía no es un sentimiento o un estado de ánimo. No es algo que le sobreviene y no es un rasgo con el que solo algunos nacen. Todos somos capaces de elegir ser valientes en tiempos de miedo.
Cuando trabajaba en el rescate de emergencia, las personas lesionadas a menudo gritaban “¡Deme algo para el dolor!” Le administrábamos un analgésico y, en unos minutos, podía verlos visiblemente relajados. Ese sentimiento instantáneo de alivio me recuerda lo que sucede cuando usted entra en la presencia de Dios. Pasar tiempo con Dios fortalece su corazón para ser valiente.
Cuando un miedo paralizante lo atrape y le haga sentir un nudo en el estómago, pasar tiempo con Dios hará que la paz lo inunde. Su presencia alivia la presión y el estrés. Usted puede encogerse de hombros y seguir adelante. Cuando el miedo lo acose, ore para tener Su fuerza. Abra su Biblia y comience a disfrutar de Su paz que trasciende todo entendimiento.