Y esto no es nada raro, ya que Satanás mismo se disfraza de ángel de luz. 2 Corintios 11:14 (DHH)
Todos experimentamos punzadas de culpa cuando hacemos algo malo. Sin embargo, la culpa y condena persistentes que lo atormentan, son obra del diablo.
Cuando usted siente que está plagado de pensamientos de derrota, siente odio por la vida y por usted mismo… esa no es la obra del Espíritu Santo. Puede parecer que esos pensamientos vienen de Dios. Después de todo, tienen un elemento de verdad porque usted sabe que ha hecho cosas mal y se siente mal por ello pero Dios no lo está condenando.
Algunos creyentes escuchan la voz de Satanás todo el día… y la peor parte es que aceptan la condenación que viene a ellos porque piensan que es de Dios. De hecho, Apocalipsis 12:10 lo nombra «el acusador de nuestros hermanos.»
Es el demonio el que quiere matar cualquier expectativa de risa y alegría en usted al hacer que solo vea problemas. Él hará todo lo que pueda para derribarlo, derrotarlo y bloquearlo. De hecho, 2 Corintios 11:14 nos dice que Satanás se disfraza de ángel de luz. Piénselo: Satanás incluso citó las escrituras a Jesús.
Cuando lo hizo, Jesús le respondió con la Palabra. Cuando usted se sienta condenado, puede declarar tranquilamente cosas como: “¡Soy un hijo de Dios!” (Romanos 8:16); “¡Soy aceptado por Dios a causa de Jesús!” (2 Corintios 5:21); y “¡Puedo hacer todas las cosas por medio de Cristo que me fortalece!” (Filipenses 4:13)
No se preocupe por encontrar las palabras correctas. Hacer frente a los ataques del diablo no es complicado. Santiago 4:7 le dice que simplemente “Resista al diablo, y él huirá de usted”.