Por último, hermanos, piensen en todo lo verdadero, en todo lo que es digno de respeto, en todo lo recto, en todo lo puro, en todo lo agradable, en todo lo que tiene buena fama. Piensen en toda clase de virtudes, en todo lo que merece alabanza. Filipenses 4:8 (DHH)
El enfoque es muy importante, porque cuando usted sigue en busca de lo positivo, se vuelve bueno para encontrarlo.
Cuando hablo, noto las expresiones faciales de la gente. Yo podría centrarme en la extraña, aburrida o enojada persona en la multitud. Pero si me enfoco en estas personas, arruino toda mi experiencia. Tampoco entrego mi mensaje y termino pensando que nadie lo disfrutó.
En lugar de centrarme en los pocos que parecen aburridos o descontentos, me concentro en las muchas caras emocionadas de la multitud. Encuentro rostros que irradian esperanza, personas que están sentadas en el borde de sus asientos, ansiosas por dejar que la Palabra de Dios cambie sus vidas. Cuando me enfoco en estas personas, es sorprendente como mejora mi mensaje. Al mirarlos, creo que Dios cambiará vidas a través de las palabras que hablo, ¡y Él lo hace!
En la vida hay cosas negativas y positivas que tienen lugar a su alrededor. Cuanto más busque usted lo bueno, más feliz se sentirá, algo emocionante también comienza a tener lugar. Usted empieza a construir esperanza.
Cuanta más esperanza despierte, más comenzará a creer que las cosas cambiarán. Finalmente, usted quedará completamente persuadido y, cuando usted alcanza este nivel de confianza, comienza a experimentar las promesas de Dios.
¿En qué está usted enfocado hoy? Revise sus pensamientos y asegúrese de que estén creando esperanza en usted.