Pues es Dios quien nos ha hecho; él nos ha creado en Cristo Jesús para que hagamos buenas obras, siguiendo el camino que él nos había preparado de antemano… Efesios 2:10 (DHH)
¿Cómo se ve usted mismo? ¿Cuál es la imagen que ve? ¿Tiene alguna falla ligada a su propia imagen? ¿Se define a sí mismo como el perdedor que fue a la quiebra, la mujer que no pudo mantener su matrimonio o el niño que no puede con las matemáticas?
Si usted no hace un esfuerzo consciente para pensar en lo que Dios dice de usted, haciendo que ese pensamiento se arraigue, usted irá por la vida permitiendo que las personas y las experiencias lo definan. Es por eso que los padres deben ser muy fuertes para declarar sobre las vidas de sus hijos.
Recuerdo que hace años estaba orando con mi hija a la hora de acostarse cuando ella comenzó a llorar. Un niño pequeño en la escuela le había dicho que era fea. Le aseguré que ella era hermosa y luego le pregunté: “¿A quién vas a creerle? ¿A ese niño o a tu papá? “Sus grandes ojos me sonrieron y ella dijo con emoción:” No solo soy hermosa, ¡también soy inteligente!”
Es vital que les digamos a nuestros hijos quiénes son. De lo contrario, alguien más o las fallas que cometan lo harán. Si lo que le dije a mi hija ese día pudo tener tanta influencia en su autoimagen, imagine cuánto más poderosamente las palabras de su Padre Celestial pueden moldear lo que usted piensa y cree de usted.
La imagen, la foto o la colección de pensamientos que usted tiene sobre sí mismo deben basarse en lo que Dios su Padre dice acerca de usted, en nada más. ¿A quién le va a creer?