Las palabras dulces son un panal de miel: endulzan el ánimo y dan nuevas fuerzas. Proverbios 16:24 (DHH)
Las palabras tienen poder, pueden hacerlo sonrojar, hacerlo llorar o hacer que su corazón se acelere. Afectan la forma en que usted siente, piensa y se ve a sí mismo. Sus palabras también pueden destruir a otros. Las palabras de enojo, fuera de control duelen. Tanto los chismes como la crítica pueden causar un daño irreparable en las relaciones, también pueden afectar negativamente la forma en que los demás piensan y sienten acerca de la persona de la que usted habla.
La Biblia nos enseña que las palabras que usted pronuncia tienen un efecto en todo su ser. Proverbios 18:21 dice que las palabras que usted habla en realidad traen muerte o vida a su mundo. De acuerdo con Proverbios 6:24, estas afectan tanto su mente como su cuerpo.
A todos nos encantaría tener un mayor control de nuestras palabras, especialmente cuando estamos teniendo una reacción emocional, pero no podemos hacerlo por nuestra cuenta. Necesitamos de la ayuda del Espíritu Santo.
Cuando usted es guiado por el Espíritu Santo, Él le ayuda a controlar sus palabras. En la medida en que usted aprende a caminar y vivir de forma habitual en el Espíritu Santo, siendo receptivo y siendo controlado y guiado por él, usted exhibe más del fruto del Espíritu, uno de los cuales es el autocontrol (Gálatas 5:16-23).
En un mundo rodeado de negatividad y malas noticias, puede parecer una lucha cuesta arriba hablar de manera positiva, pero usted puede hacerlo. Pida al Espíritu Santo hoy que le ayude a hablar solo de la belleza de los demás.