Yo, Juan, vi y oí estas cosas. Y después de verlas y oírlas, me arrodillé a los pies del ángel que me las había mostrado, para adorarlo. Pero él me dijo: «No hagas eso, pues yo soy siervo de Dios, lo mismo que tú y que tus hermanos los profetas y que todos los que hacen caso de lo que está escrito en este libro. Adora a Dios.» Apocalipsis 22:8-9 (DHH)
¿Alguna vez piensa en los ángeles y se pregunta por ellos?
Cuando usted compara representaciones de dibujos animados o pequeñas estatuas de angelitos navideños con las historias bíblicas sobre estos seres celestiales, las imágenes simplemente no se alinean. Entonces, abordemos algunos conceptos erróneos comunes acerca de los ángeles.
En la parte superior de la lista hay algo de lo que realmente debemos tener cuidado. En nuestra búsqueda para entender a los ángeles, debemos asegurarnos de no entender mal un punto clave. Aquí está descrito en pocas palabras:
Nuestro enfoque debe ser en Jesús, no en los ángeles.
Se podría usted preguntar: “¿Por qué hacer una serie sobre los ángeles, entonces?” Bueno, ya que podemos leer mucho sobre los ángeles en la Biblia, Dios debe querer que los entendamos y el papel que desempeñan en nuestras vidas. Al mismo tiempo, debemos entender que por increíbles que puedan ser estos seres celestiales, no deben distraernos de construir una relación con Jesús. Él es nuestro principal objetivo.
Es fácil enamorarse de los ángeles y querer buscar encuentros angélicos, pero esto puede ser un esfuerzo arriesgado. No todas las apariencias “angelicales” están inspiradas por Dios. Tenemos que tener discernimiento. Como creyentes, no necesitamos tener miedo. Tenemos a Cristo en nosotros que es más grande que Satanás o cualquiera de sus seguidores, pero necesitamos mantenernos equilibrados en nuestro estudio de los ángeles.
Los ángeles son increíbles, pero siempre recuerde que ellos fueron creados por un Dios aún más increíble. Mientras continuamos aprendiendo acerca de los ángeles, ¡recordemos estar asombrados de lo maravilloso que es Dios!