Pues en él se cumplen todas las promesas de Dios. Por esto, cuando alabamos a Dios, decimos «Amén» por medio de Cristo Jesús. 2 Corintios 1:20(DHH)
¿Alguna vez le ha costado trabajo creer que Dios quiere ayudarle?
El diablo quiere que usted piense que todo depende de su comportamiento. Si él puede hacerle creer eso, puede mantenerlo atrapado y limitado en la condena.
Digamos que usted necesita la ayuda de Dios en este momento. Quiere orar y pedirle que le ayude, pero estos pensamientos siguen apareciendo en su mente: ¿A quién estoy engañando? ¿Por qué haría Dios algo bueno por mí después de todo lo que hice? Hay muchas otras personas en las que puedo pensar que merecen Su ayuda más que yo. ¿Por qué incluso hacerle perder Su tiempo?
Estas son mentiras del enemigo y usted necesita identificarlas y deshacerse de ellas. Luego usted necesita plantar la verdad en su mente y corazón sobre cómo está calificado para cada promesa en Cristo, no por su propio comportamiento sino gracias a Jesús. Satanás solo puede desviarnos del camino donde nuestras creencias no se alinean con la verdad de Dios, pero cuando sabemos la verdad, ¡esa verdad nos hace libres! (Ver Juan 8:32.)
Las bendiciones y promesas de Dios son sus regalos para nosotros como creyentes. No hay nada que usted tenga que hacer para ganarlos. Por supuesto, también es importante caminar con sabiduría. Si usted confía en un milagro de sanación pero fuma tres paquetes por día, es posible que deba trabajar en eso. Pero su comportamiento no tiene nada que ver con su calificación para lo milagroso.
Jesús lo calificó. Él tomó su condena y castigo, y ahora, ¡todo lo que usted ha recibido de Dios son bendiciones y bondad!