Que fue entregado a la muerte por nuestros pecados y resucitado para hacernos justos. Romanos 4:25 (DHH)
Cuando usted peca, ¿debería castigarse a sí mismo con auto condenación para evitar pecar nuevamente? Hemos estado en una serie sobre la condena, y es importante determinar si la condena tiene alguna justificación.
Primero, seamos claros acerca de qué es la condena. La condena no se trata de sentirse culpable; se trata de dictar una sentencia. Cuando usted se condena a sí mismo, usted cree que merece el castigo de Dios por algo malo que ha hecho.
Sin embargo, cuando usted aceptó a Cristo y recibió todo lo que Él hizo por nosotros a través de Su sacrificio, usted ganó el amor, la aceptación y el perdón de Dios. Su perdón es suyo. El recibir Su perdón es su regalo, y Él extiende ese perdón libremente a todos los que confían en Jesús. Entonces… si todavía usted piensa que no merece ese perdón, o si cree que merece castigo, usted necesita pasar tiempo renovando su mente en Su Palabra. ¡Porque la verdad es que simplemente no hay lugar para la condenación en la vida del creyente!
Jesús pagó un alto precio para que usted viviera en libertad y esto incluye el perdón. ¡No se permita permanecer atrapado en la condenación cuando ha sido dotado de una vida de libertad! ¡Es hora de dejar la condena y aceptar la plenitud del increíble sacrificio de Jesús!
¡Hoy renueve su mente y abra su corazón al increíble e incondicional perdón de Dios!