Yo haré cualquier cosa que en mi nombre ustedes me pidan. Juan 14:14 (DHH)
¿Por qué el nombre de Jesús es tan precioso? De todas las opciones que existen, ¿por qué el nombre de nuestro Salvador se usa tan a menudo como maldición y no de otra forma? El diablo no es estúpido; él quiere que se abuse de ese nombre para intentar engañarnos y hacernos creer que es trivial y sin sentido. Pero esa es solo otra de sus mentiras.
La verdad es que ningún nombre tiene más poder que el nombre de Jesús.
En el libro de los Hechos, los apóstoles nunca rogaron por milagros. Ellos declaraban que los milagros se hacían en el nombre de Jesús, y las multitudes quedaban asombradas por los milagros que tenían lugar. En Hechos 3, Pedro y Juan, se encontraron con un hombre cojo que yacía junto a la puerta del templo donde era colocado todos los días para mendigar. La Biblia dice que Pedro y Juan lo miraron con atención, y luego Pedro dijo: “No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy”. Entonces, cuando extendió su mano hacia el hombre, dijo: “En el nombre de Jesucristo, levántate y camina”, ¡el hombre recibió sanidad instantánea allí mismo!
Observe que cuando vamos al Evangelio, nunca vemos a los Apóstoles implorando, suplicando o llorando para que Dios se mueva. Ellos hablaban a las situaciones en el nombre de Jesús, porque tenían una comprensión sólida de la autoridad y el poder que acompaña a ese nombre.
La próxima vez que usted se enfrente a un problema o situación, recuerde el ejemplo de los apóstoles. ¡Quien nos creó y nos ama más que cualquier cosa nos ha dado el poder de declarar sobre esos problemas en Su nombre y superarlos!