No se dejen ustedes llevar por enseñanzas diferentes y extrañas. Es mejor que nuestros corazones se fortalezcan en el amor de Dios que en seguir reglas sobre los alimentos; pues esas reglas nunca han sido de provecho. Hebreos 13:9 (DHH)
¿Usted sigue las reglas?
El versículo de hoy nos advierte que no debemos dejarnos llevar por doctrinas diversas y extrañas que alejen nuestro enfoque de lo que es importante en nuestra relación con Dios: la gracia. La verdad es que podemos encontrar todo tipo de grandes principios en la Biblia, claves para que nos pueden ayudar a vivir mejor, y si bien hay mucho que aprender aquí, debemos tener cuidado de no confundirnos. Estos principios no son los que nos hacen merecedores de las bendiciones o de ser aceptados por Dios, y seguirlos no nos hace mejores que otras personas.
En lugar de confiar en un buen comportamiento para sentirse bien con Dios, debemos darnos cuenta de que lo único que nos hace estar bien con Dios es la gracia. La gracia de Dios: su plena provisión y empoderamiento para la vida y la eternidad.
El amor y la misericordia de Dios están disponibles para nosotros gracias a Jesús, no porque los hayamos ganado. Es ser aceptado por Dios, el hecho de que algún día usted pasará la eternidad en el cielo con Él, las bendiciones de Él en su vida, Su poder, Su alegría, Su fuerza, la comodidad del Espíritu Santo, ¡y más se atribuyen a Su gracia!
Quiero que realmente piense en esto por un minuto porque esta verdad tiene el poder de liberarlo de muchas maneras. La gracia de Dios le ha dado a usted todo lo que necesita para la vida y la piedad, y también lo capacitará para caminar en la libertad y la plenitud de Sus promesas y bendiciones. ¡Todo esto que el Señor Jesús pagó y le ha sido otorgado!