Por las noches, ya acostado, te recuerdo y pienso en ti; pues tú eres quien me ayuda. ¡Soy feliz bajo tus alas! Salmo 63:6-7 (DHH)
¿Qué se imagina usted en su tiempo tranquilo con Dios?
El Rey David nos dio muchos grandes ejemplos de sus meditaciones en los Salmos. Basta con mirar las imágenes detalladas que se muestran en el Salmo 63. David imaginó a Dios protegiéndolo bajo sus alas, levantándolo y ayudándolo a ganar. Él comparó la protección de Dios con la de un águila que cuida de sus crías bajo sus alas protectoras.
Cuando David imaginaba la mano derecha del poder de Dios que se acercaba a él para ayudarlo a levantarse, el miedo a sus enemigos disminuía. Cuando pensaba que ellos venían contra él, los imaginaba caídos porque Dios estaba con él, y esta imagen le dio fuerza a David.
Deuteronomio 28 dice que las bendiciones de Dios lo alcanzarán. Debido a su relación con Jesús, las bendiciones de Dios lo persiguen. ¿Por qué no se toma un minuto para imaginar esto en su vida?
Si usted está endeudado, imagínese sonriendo mientras el banquero dice: “¡Usted está libre de deudas!” Si usted tiene dificultades a fin de mes, imagínese riendo con un extracto bancario en la mano que muestra cientos de dólares que le quedan en su cuenta. Si usted necesita curación, lea Romanos 8:11 y observe cómo dice que vendrá la curación. No dice que viene del cielo, sino de Su Espíritu que está en USTED. ¡Porque el Espíritu Santo vive en usted, su cuerpo se está curando desde adentro hacia afuera!
Adquiera el hábito de visualizarse saludable, próspero y vencedor con las bendiciones y las promesas de Dios.