Estoy convencido de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los poderes y fuerzas espirituales, ni lo presente, ni lo futuro, ni lo más alto, ni lo más profundo, ni ninguna otra de las cosas creadas por Dios. ¡Nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor! Romanos 8:38-39 (DHH)
¿Su autoestima lo está limitando?
Si es así, usted no está solo. Le sorprendería descubrir cuántas personas no se sienten bien consigo mismas; muchos de nosotros luchamos con sentimientos de incapacidad y miedo al fracaso o al rechazo, a menudo en silencio. Nos creamos un gran espectáculo. Nuestra conversación interna nos recuerda constantemente el fraude que creemos que somos.
Con frecuencia ponemos nuestros esfuerzos en el lugar equivocado para sentirnos mejor con nosotros mismos. Pensamos que si perdiéramos peso, nos casáramos con la persona adecuada, tuviéramos el trabajo adecuado, obtuviéramos esa promoción, tuviéramos más amigos, condujéramos el coche correcto, tuviéramos una casa más grande o hiciéramos más dinero, entonces finalmente lo “lograríamos”. Pero todo eso es mentira.
La verdad es que tenemos que tratar con un problema de identidad, y eso es más fácil de lo que usted piensa. El primer paso es darse cuenta de que la única fuente de verdadera autoestima y verdadera identidad está en Cristo.
Durante los próximos días, vamos a abordar este tema, y usted comenzará a darse cuenta de la libertad y el empoderamiento que proviene de encontrar su identidad en lo que Dios dice sobre usted.
Como dice el versículo de hoy, Jesús lo ama y valora más de lo que usted nunca sabrá, y no es por nada que usted haya hecho o pueda hacer. Su valor no es algo que usted pueda ganar; usted ese muy valioso y es precioso simplemente porque usted es USTED, y NADA puede quitarle ese valor.