Cuida tu mente más que nada en el mundo, porque ella es fuente de vida. Proverbios 4:23 (DHH)
El versículo de hoy nos advierte que cuidemos nuestros corazones. Se trata de la parte de nosotros que alberga nuestras creencias más profundas, ya que actúa como el centro de control de nuestras vidas.
Para demostrar lo que quiero decir, imaginemos que usted acaba de escuchar un informe en las noticias sobre un número de circunstancias que afectarán negativamente a su negocio. Lo primero que puede venirle a su mente es, “Oh genial, las ganancias van a bajar”. Si usted acepta esa creencia en su corazón y se enoja por ello, entonces ya no solo se trata de un informe de noticias. Una vez que su corazón lo absorbe, se convierte en una maldición que afecta sus decisiones, lo que usted permite y lo que aporta a su vida.
La buena noticia es que usted no tiene que aceptar esa creencia negativa. Usted puede optar por rechazarla y creer en lo que dice Dios, esto cambiará lo que experimenta. La verdad es que seguir a Cristo le da derecho a cada bendición en la Biblia. ¡Ninguna noticia puede interponerse en lo que Dios ha bendecido! Esta es la creencia a la que usted debe aferrarse, confiando en lo que Jesús hizo posible para usted y buscando a Dios por dirección y sabiduría para superar cada desafío.
¿Cómo puede usted reforzar esta confianza en las promesas de Dios? Impregne su corazón en las enseñanzas del Nuevo Testamento y, mientras medita, deje que las palabras impacten su imaginación. Vea cómo cambia su vida por causa de Jesús. Véase sano, próspero y lleno de alegría.
Medite en las promesas de Dios para desarrollar una expectativa positiva para el futuro… ¡y solo mire cómo cambia su vida!