¿QUÉ HAY DE MALO CON UN POCO DE QUEJA?

Leon FontaineEntregate

porque todo el que es hijo de Dios vence al mundo. Y nuestra fe nos ha dado la victoria sobre el mundo. 1 Juan 5:4 (NKJV)

¿Alguna vez se ha quejado de su situación? Creo que todos hemos pasado por esto. El problema es que si las quejas se convierten en nuestro objetivo cuando las cosas no salen como queremos, es una señal de que no estamos ejerciendo la fe.

Si todo lo que hacemos es quejarnos de un problema o de una persona, dejamos de creer que Dios abrirá un camino. Nos quejamos y protestamos en lugar de reclamar las promesas de Dios y mantenernos firmes en la fe. El problema es que cuanto más nos quejamos, más nos enfocamos en el problema y menos tiempo y esfuerzo ponemos en encontrar una solución. Debido a que tendemos a avanzar hacia lo que sea que nos enfoquemos, quejarse nos encierra en un ciclo interminable de más de lo mismo. Aunque queremos una solución, en realidad reforzamos el problema.

El versículo de hoy dice que la fe es la clave para superar cada problema. No permita que su fe vacile y se debilite. Usted puede mantenerse fuerte en su fe al leer y confesar las promesas de Dios todos los días mientras continúa creyendo que su situación cambiará.

Si usted necesita un cambio en algún lugar de su vida, ya sea en su comunidad, trabajo, relaciones, finanzas, salud física, mental o emocional, descubra el poder de reclamar las promesas de Dios en voz alta en su momento de tranquilidad con Dios. Agradézcale por el poder, la provisión y la sabiduría que Él ha puesto en usted para su situación, y elógielo por capacitarlo para encontrar la solución.

Servimos a un Dios increíble que nos ha dado como creyentes todo lo que necesitamos para ser vencedores. ¡Dios es muy bueno!