CUANDO LA INDEPENDENCIA ES PERJUDICIAL

Leon FontaineEntregate

pero el Señor me ha dicho: «Mi amor es todo lo que necesitas; pues mi poder se muestra plenamente en la debilidad.» 2 Corintios 12:9 (DHH)

Simplemente no hay manera de que podamos ser el tipo de personas que necesitamos ser sin tener el poder de Dios actuando en nosotros.

Usted puede intentar todo lo que quiera para ser el cónyuge, padre y amigo perfecto. Usted puede esforzarse al máximo para ayudar a aquellos que están sufriendo. Sin embargo, sin la dependencia del poder del Espíritu Santo, usted solo puedes depender de su propia fuerza y ​​habilidad limitadas y tendrá momentos de frustración, fracaso y posible agotamiento. No importa cuán talentosos o buenos seamos, todos debemos confiar en la gracia de Dios.

El poder y la capacidad de Dios son suyos para ayudarle con cada problema y para facultarlo para ser Sus manos y pies en la vida de los demás. No caiga en la mentira de creer que usted tiene que lidiar con sus malos hábitos y comportamiento incorrecto antes de que pueda acudir a Dios en busca de ayuda, y no suponga que Dios solo trabaja a través de personas que “lo tienen todo resuelto”.

Jesús dijo que su yugo es suave y su carga es liviana (Mateo 11:30). Es como si dijera: “Te di mi habilidad y te califiqué para tener la aprobación de Dios. ¡Tú puedes hacer cualquier cosa que la Biblia dice que puedes hacer y puedes levantarte de cualquier desastre en el que te encuentres porque mi habilidad es tuya! No tienes acceso a mi fuerza y ​​habilidad solo cuando haces las cosas bien. En realidad, necesitas mi poder para hacer lo correcto, y este está contigo siempre”.

¡Mantenga sus ojos en Cristo para tener la fuerza que necesita!