»Les hablo así para que se alegren conmigo y su alegría sea completa. Juan 15:11 (DHH)
Su corazón determina los límites de su vida. En Proverbios 4:23, dice que debemos guardar nuestros corazones con toda diligencia, porque de nuestros corazones manan los asuntos de la vida. “Asuntos” en este versículo también podrían traducirse como “límites”.
Las palabras que usted declara ayudan a formar estos límites. Si usted sigue diciendo que siempre le suceden cosas malas o que de alguna manera merece lo que le está pasando, esas palabras forman creencias que tienen consecuencias negativas.
A menudo tenemos problemas con este concepto porque nos han enseñado que Dios tiene el control de si estamos sanos o enfermos, ricos o pobres, solos o rodeados de grandes relaciones. Aunque Dios tiene el control del plan general para este planeta, nosotros no somos marionetas con cuerdas. Las decisiones que tomamos y los efectos de vivir en un mundo caído juegan su papel, al igual que nuestras creencias y elecciones que podemos cambiar.
En realidad, ¿hay un límite en lo feliz que usted puede estar o en la paz que puede tener? El versículo de hoy dice que nuestro gozo puede ser completo, pero ¿dice que usted solo puede llenarse de alegría si de alguna manera la gana o hace todo de manera perfecta? ¿O que hay un límite en lo saludable que usted puede ser? ¡No! ¡Las bendiciones de Dios son ilimitadas!
Declarar las promesas de Dios para cambiar las creencias de su corazón es una de las cosas más poderosas que usted puede hacer para cambiar su vida. Al meditar y reclamar las promesas de Dios, su corazón comenzará a producir una cosecha de felicidad, alegría, paz y bendiciones.