Por último, hermanos, piensen en todo lo verdadero, en todo lo que es digno de respeto, en todo lo recto, en todo lo puro, en todo lo agradable, en todo lo que tiene buena fama. Piensen en toda clase de virtudes, en todo lo que merece alabanza. Sigan practicando lo que les enseñé y las instrucciones que les di, lo que me oyeron decir y lo que me vieron hacer: háganlo así y el Dios de paz estará con ustedes. Filipenses 4:8-9 (DHH)
¿Alguna vez tiene dificultades para aferrarse a la paz?
Quizás usted luche contra el enojo; y sienta que muchas cosas lo están presionando. O tal vez el estar preocupado es su lucha, y lo invade la ansiedad cada vez que ingresa a una nueva etapa de la vida porque esta trae cambios y nuevos desafíos.
Todos pasamos por situaciones muy estresantes en la vida, en las que tenemos que mantener la paz si queremos avanzar sin tomar decisiones basadas en emociones que luego lamentamos. Los versículos de hoy revelan la clave para experimentar la paz de Dios en cada situación. Dice que si enfocamos nuestros pensamientos en cosas que son verdaderas, respetables, justas, puras, amables, dignas de admiración, excelentes y que merezcan elogio, la paz de Dios estará con nosotros.
Cuando usted pasa tiempo tranquilo con Dios, simplemente disfrutando de su presencia y meditando en su Palabra, usted se equipa para manejar situaciones difíciles. Entonces, cuando usted se encuentra en medio de una emergencia, puede calmar el miedo y elegir la paz al decidir en qué se enfoca. Este tiempo de meditación le permite dejar de lado los pensamientos sobre el peor de los casos y centrarse en lo que Dios dice acerca de quién es usted y lo que es suyo en Cristo.
Cuando usted pasa solo un poco de tiempo con Dios cada día, hay una paz que lo envuelve. Esta paz actúa como un ancla para su alma, manteniéndolo estable incluso en aguas turbulentas.