¿QUÉ PASA CUANDO MEDITAMOS?

Leon FontaineEntregate

«¡Ríndanse! ¡Reconozcan que yo soy Dios! ¡Yo estoy por encima de las naciones! ¡Yo estoy por encima de toda la tierra!» Salmo 46:11 (DHH)

Ayer comenzamos una nueva serie sobre la meditación bíblica. El versículo de hoy resume la esencia de este tipo de meditación: “Estad quietos, y sabed que yo soy Dios”.

La palabra “saber” en hebreo puede significar “conocer por experiencia”. En otras palabras, este versículo podría traducirse como: “Estad quietos, y sabed que yo soy Dios mediante la experiencia”. Dios no solo quiere que usted sepa que Él es Dios. Él quiere que usted esté quieto y que pases tiempo con Él para que puedas comenzar a conocerlo.

A veces nos enfocamos más en conocer sobre Dios que en conocerlo personalmente. Es como conocer a alguien porque usted lee su biografía en lugar de conocerlo porque tiene una relación con esa persona. Es importante que se tome tiempo todos los días para conocer a Dios a nivel personal al pasar tiempo en Su Palabra y hablar con Él en su tiempo de oración.

Cuando aprendemos a estar quietos y conocer a Dios, Él es exaltado, y no es porque creemos una mejor religión o una mejor lista de reglas. Es porque las personas pueden ver una diferencia en usted cuando conoce a Dios. Ellos pueden sentir el amor y la luz en usted. ¡Ahí es donde Dios quiere que estemos!

En Mateo 5:13, Jesús dijo: “Ustedes son la luz del mundo”. Luego los animó: “Dejen que su luz brille ante los hombres, para que ellos puedan ver sus buenas obras y alaben a su Padre que está en los cielos” (v.16). Cuanto más se tome usted el tiempo para permanecer en la presencia de Dios, ¡más brillará su luz para que todos la vean!