En ningún otro hay salvación, porque en todo el mundo Dios no nos ha dado otra persona por la cual podamos salvarnos. Hechos 4:12 (DHH)
Según el versículo de hoy, el nombre de Jesús es el único que salva.
Si bien la palabra “salvo” se refiere a la salvación, también tiene un mayor significado. Significa ser salvado del infierno, que es algo maravilloso por sí mismo. El hecho de que nosotros, como creyentes, vayamos al cielo es asombroso. Pero la palabra “salvo” también significa estar libre de dolencias, enfermedades, pobreza y más.
¡El nombre de Jesús nos salva de toda la maldición por haber caído!
Al usar el nombre de Jesús, debemos entender la autoridad detrás de ese nombre. La oración no debe sonar como una mendicidad. Necesitamos orar con confianza en el nombre de Jesús, usar su nombre para reclamar las promesas de Dios y declarar sobre las situaciones que enfrentamos.
Jesús dice que cuando pedimos en Su nombre y creemos, vamos a recibir. El nombre de Jesucristo con toda su autoridad le ha sido dada para que la use.
Hoy, si su matrimonio está pasando dificultades, o usted está pasando por una preocupación de salud, o simplemente está teniendo dificultades en algún área, es hora de volver a usar el nombre de Jesús. Tal vez nunca se haya dado cuenta de que toda la autoridad y todo el poder están en el nombre de Jesucristo, o tal vez usted haya crecido escuchando oraciones de mendicidad y súplica.
La verdad es que usted tiene la autoridad para reclamar lo que es legítimamente suyo en el nombre de Jesús, y usted puede reclamarlo con confianza, sabiendo que está declarando la voluntad de Dios sobre la situación.