¿SE QUIERE USTED A SÍ MISMO?

Leon FontaineEntregate

Sólo en Dios encuentro paz; pues mi esperanza viene de él. Salmo 62:6 (DHH)

Cuando hablamos de amor propio, a menudo hablamos desde una perspectiva negativa. Por lo general, nos referimos a alguien que piensa que es mejor que los demás, alguien descarado, arrogante o condescendiente. Pero amarse a sí mismo no es realmente algo malo. De hecho, nuestra capacidad de amar a los demás es limitada si no nos amamos y valoramos a nosotros mismos.

A veces miramos a las otras personas que nos rodean y pensamos que si tuviéramos su aspecto, su dinero, su cónyuge, su carrera, su familia o sus habilidades, nos sentiríamos mejor con nosotros mismos. Comenzamos a buscar cosas que nos hagan más dignos, completos, especiales o valiosos. El problema es que esto nos enferma. Nos convertimos en esclavos de esa cosa que pensamos que necesitamos para sentirnos bien.

Por ejemplo, si miramos a otra persona para sentir que somos valiosos, creamos relaciones no saludables. Fomentamos una dependencia no saludable, cuando realmente usted no necesita de nadie para sentirse valioso. Si bien a todos nos encanta recibir palabras de amor y aliento, no necesitamos buscarlas desesperadamente para sentirnos bien.

Usted necesita sentirse valioso, pero ese sentimiento debe ser principalmente suplido por Dios, su fuente fenomenal número uno de amor y valor. Al estudiar lo que Dios dice sobre usted en la Biblia, usted puede obtener el tipo de autoestima que lo hará levantarse con más fuerza y ​​confianza que nunca antes. Esto viene de un Dios amoroso que dice que usted tiene un valor infinito porque él lo hizo y le ha dado todo. Todo lo que usted necesita es su amor para tener autoestima, y ​​el amor que recibe de todos los demás es simplemente la cereza en el pastel.