¡El Señor llevará a feliz términosu acción en mi favor! Señor, tu amor es eterno; ¡no dejes incompleto lo que has emprendido! Salmo 138: 8 (DHH)
Si usted es un padre y ha experimentado un momento en el que sus hijos se alejaron de su fe y/o de usted, usted debe saber cuán doloroso puede ser esto. Si esto le está sucediendo, o si usted sabe de una familia donde podría estarse presentando, los animo hoy a orar por esos jóvenes, reclamando la poderosa Palabra de Dios sobre sus vidas.
Un gran pasaje para reclamar en tiempos como estos se encuentra en Isaías 43:5-7. Dice: “No tengas miedo, pues yo estoy contigo. Desde oriente y occidente haré volver a tu gente para reunirla. Diré al norte: “Devuélvelos”, y al sur: “No te quedes con ellos. Trae a mis hijos y mis hijas desde lejos, desde el extremo del mundo, a todos los que llevan mi nombre, a los que yo creé y formé, a los que hice para gloria mía.”” (DHH).
Así es como yo reclamaría estos versículos: “Padre, no tengo miedo porque sé que estás conmigo. Prometiste reunirme con mis hijos, y ahora reclamo esa promesa. ¡Gracias! ¡Creo que mi relación será restaurada con (nombre), en el nombre de Jesús!”
Usted también podría reclamar el versículo de hoy diciendo algo como esto: “Padre, tú prometes terminar lo que comienzas en nosotros. Estoy reclamando esta promesa para (nombres) en este momento. ¡Gracias por terminar lo que has comenzado en sus vidas, y por nunca renunciar a ellos!”.
¡Nunca deje de creer que Dios está obrando en la vida de estos niños y que sus oraciones sí marcan la diferencia!