»No desprecien a ninguno de estos pequeños. Pues les digo que en el cielo los ángeles de ellos están mirando siempre el rostro de mi Padre celestial. Mateo 18:10 (DHH)
Hemos estado en una serie sobre reclamar la Palabra de Dios sobre otros, y ayer cubrimos cómo me gusta reclamar el Salmo 91 sobre mis seres queridos. Otra gran escritura que usted puede reclamar es Mateo 18:10.
En esta escritura, Jesús está hablando de niños, y Él dice algo muy interesante. Antes que nada, debemos darnos cuenta de que los niños tenían muy poca importancia en el tiempo de Jesús, sin embargo, aquí Jesús les decía a sus discípulos que no menospreciaran a los niños porque en el cielo los ángeles de ellos contemplan siempre el rostro de mi Padre celestial.
¿No es increíble? ¡Los ángeles están cuidando a nuestros hijos! Usted puede reclamar este versículo de esta manera: “¡Guau! Padre, tu Palabra dice que (los nombres) están siendo vigilados por ángeles que siempre están en tu compañía en el cielo. ¡Gracias por preocuparte tanto por estos niños y por tu protección en sus vidas! ¡Yo reclamo esa protección hoy y gracias por mantener a tus ángeles a su alrededor!”
Juan 10:27-28 es otra gran pieza de la escritura para reclamar. Dice: “Mis ovejas reconocen mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna, y jamás perecerán ni nadie me las quitará.” (DHH).
Así es como yo reclamaría estos versículos para mis hijos: “Gracias, padre, porque (los nombres) te conocen y te siguen. Ellos son tuyos, y ni siquiera la muerte puede quitarles eso. ¡Gracias porque NADA ni NADIE puede arrebatártelas!”