Los que viven según las inclinaciones de la naturaleza débil, sólo se preocupan por seguirlas; pero los que viven conforme al Espíritu, se preocupan por las cosas del Espíritu. Y preocuparse por seguir las inclinaciones de la naturaleza débil lleva a la muerte; pero preocuparse por las cosas del Espíritu lleva a la vida y a la paz. Romanos 8:5-6 (DHH)
De acuerdo con los versículos de hoy, nosotros podemos elegir con nuestros pensamientos seguir al Espíritu o a la carne.
Cuando nos enfocamos en las cosas carnales, limitamos nuestro pensamiento. Con una mente centrada solo en un pensamiento limitado y mundano, usted nunca soñará en grande ni llevará sus relaciones a un nuevo nivel. Por otro lado, una mente que se basa en el Espíritu y las cosas de Dios se enfoca en lo que dice la Palabra de Dios.
La Palabra de Dios dice que usted puede hacer todas las cosas a través de Cristo que lo fortalece (Filipenses 4:13). Dice que usted es parte de una generación elegida, un real sacerdocio, una nación santa, el pueblo especial de Dios (1 Pedro 2:9). Usted se subirá a los lugares altos de la tierra (Isaías 58:14). Incluso si las cosas empeoran tanto que mueren miles de personas a su alrededor, ningún daño le llegará (Salmos 91:7).
Su Padre Dios lo ama y tiene grandes planes para usted (Jeremías 29:11). De acuerdo con Salmos 139:17-18, los pensamientos de Dios hacia usted son más grandes que la arena del mar, y todos son buenos. Sus relaciones pueden ser tan asombrosas que las personas se sentirán atraídas por Dios con sólo mirar su vida. Si usted tiene hijos, la Palabra de Dios dice que serán bendecidos (Salmo 112:2). ¡Y estas son solo algunas de las promesas de Dios para su vida!
¿En qué piensa usted? ¡Establezca sus pensamientos en la Palabra de Dios y permítale desafiar la forma en que usted piensa!