Por lo tanto, el que está unido a Cristo es una nueva persona. Las cosas viejas pasaron; se convirtieron en algo nuevo. 2 Corintios 5:17 (DHH)
¿Sabía usted que cada célula de su cuerpo está influenciada por sus creencias, incluyendo su ADN? La programación dentro de su ADN puede expresarse de manera diferente, dependiendo de lo que usted cree. En otras palabras, incluso si tuviera una predisposición genética hacia un determinado problema o enfermedad, no significa que va a desarrollarlo. Lo que usted cree puede afectar si se desarrolla o no.
Sus creencias son poderosas, por lo que la alineación de sus creencias con la Palabra de Dios produce resultados muy sorprendentes.
Una de las cosas más poderosas que podemos darnos cuenta como creyentes es cómo somos cambiados. Antes de dar su vida a Cristo, su naturaleza era de pecado (Romanos 5:12-21). Cuando vivimos en una naturaleza pecaminosa, estamos sujetos a ceder a todo tipo de temor imaginable.
Cuando damos nuestras vidas a Jesucristo, somos una nueva creación, ya no tenemos esa naturaleza pecaminosa. Tenemos la naturaleza de Dios en nosotros, que es una naturaleza de amor, no de miedo. Sin embargo, si queremos beneficiarnos de esta nueva naturaleza, tenemos que quitarnos todo ese pensamiento antiguo basado en el temor y ponernos un nuevo pensamiento basado en la Palabra de Dios.
Si alguna vez usted se siente temeroso o preocupado, recuerde que usted es una nueva creación, y Dios no le ha dado un espíritu de temor, sino de poder, de amor y de mente sana (2 Timoteo 1: 7). Usted puede hacer todas las cosas en Cristo que lo fortalece (Filipenses 4:13). El Espíritu Santo lo está dirigiendo y guiando (Romanos 8:14), y el poder de Dios está en usted (Efesios 1:19), dándole poder para vencer lo que venga a su vida.