A todo puedo hacerle frente, gracias a Cristo que me fortalece. Filipenses 4:13 (DHH)
Si un cierto tipo de tormenta sigue regresando a nuestras vidas, tenemos que preguntarnos: “¿Qué podría yo hacer diferente?”
Hemos estado en una serie en este devocional hablando de cómo Jesús lidiaba con las tormentas de la vida. Hemos hablado del hecho de que nosotros tenemos que seguir alabando a Dios para que podamos estar en reposo en medio de los problemas. Necesitamos hablar positivamente y ejercer nuestra autoridad ordenando a la tormenta que se vaya, en el nombre de Jesús. También hemos hablado del hecho de que Dios no envía tormentas a nuestra vida; él está a nuestro lado contra la tormenta. ¡Podemos tener fe y ser victoriosos!
Al mismo tiempo, que surgen los problemas, necesitamos asegurarnos de que estamos haciendo todo lo que podemos para evitar y superar las tormentas.
Es como una familia que vive en el borde de una ribera que tiende a inundarse. Cuando su sótano se está llenando de agua, es grandioso que ellos sepan que Dios no envió la inundación. Es genial que ellos mantengan una actitud positiva. Pero si su casa se inunda una y otra vez, tienen que preguntarse: “¿Hay algo que podamos hacer para prevenir esto?” Cuanto más crezcan en sabiduría, mayor será la capacidad que tendrán para superar las tormentas y mantener su paz.
Usted siempre va a ganar. Cuando usted permanece en la Palabra de Dios, es como saltar al final de una novela y saber que el personaje principal sale como ganador.
El versículo de hoy dice que usted puede hacer todas las cosas en Cristo que lo fortalece. Usted sabe el final, así que siga creciendo en sabiduría y yendo por la vida con fe, ¡sabiendo que al final, usted triunfa!