Me mostrarás el camino de la vida. Hay gran alegría en tu presencia; hay dicha eterna junto a ti.
Salmos 16:11 (DHH)
Es natural estar motivado por el deseo de buscar el placer y evitar el dolor. Por eso es tan importante entender que servir a Dios es el más grande placer que podrá tener.
Nuestro versículo de hoy dice que los placeres eternos están a la derecha de Dios, pero primero habla del camino de la vida y de encontrar el gozo en la presencia de Dios. Se fija, estar enfocado únicamente en su placer puede traer dolor y angustia. Pero pasar tiempo en la presencia de Dios y seguir Su camino para su vida, ¡trae una especie de placer que perdura!
Ahora, no mal entienda. Los placeres eternos no se tratan solo del cielo. Jesús dijo que Él venía para que usted pudiera “tener y disfrutar la vida, y tenerla en abundancia (al máximo, hasta que se rebose)” (Juan 10:10, Biblia Amplificada”). Él quiere que usted disfrute de su vida aquí en la tierra, así como también en la eternidad con Dios.
Aunque Jesús dijo que debemos diariamente cargar nuestra cruz para seguirle a Él (Lucas 9:23), Él no quiso decir que no podamos disfrutar nuestras vidas. Muchos piensan que esto significa que usted necesita morir a sus deseos y preferencias, y solo sufrir por toda la vida, pero eso no es cierto. Jesús estaba enseñándonos a morir al egoísmo. El egoísmo conduce a una vida miserable, entonces Jesús en este versículo estaba en realidad enseñándonos como disfrutar la vida. Si se fija, morir al egoísmo y seguir a Jesús produce que ¡viva una vida de realización, satisfacción y alegría!
Seguir a Jesús no es conformarse con una vida miserable. Enfóquese en construir su relación con Dios y siga Sus planes para su vida, y espere vivir la mejor vida plena que posiblemente pueda imaginar.