Una Vida Simple con Propósito

Leon FontaineEntregate

El que entre ustedes quiera ser grande, deberá servir a los demás; y el que entre ustedes quiera ser el primero, deberá ser su esclavo. Porque, del mismo modo, el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por una multitud. Mateo 20:26-28 (DHH)

¿Está usted viviendo una vida llena de propósitos? Con frecuencia asumimos que tenemos que ser ricos o famosos para realmente marcar una diferencia. No es verdad.

Un adolescente fue contratado para recoger carros de compras en una tienda local y se sorprendió al tener que someterse a más de dos horas de capacitación. Después de su entrenamiento, él pudo comunicar apasionadamente por qué su papel era de vital importancia para las familias que compraban en la tienda. También entendió cómo el hacer bien su trabajo podría influir en las ventas. Al darle razones por las cuales su trabajo era importante, la compañía le inculcó un fuerte sentido de propósito. Le dieron el enfoque correcto.

No importa cuál sea su situación, usted también puede sentir un gran sentido de propósito, simplemente eligiendo un enfoque diferente.

Nuestra definición y la definición de Dios de “grandeza” con frecuencia son bastante diferentes. En Mateo 20, Jesús dijo: el que entre ustedes quiera ser grande, deberá servir a los demás (verse 26). Todo lo que se requiere para la grandeza es la perspectiva correcta. En todo lo que usted haga, tenga un corazón de servicio.

Usted puede servir en su hogar, su lugar de trabajo y donde quiera que vaya. Es muy simple. Sencillamente olvídese de sí mismo y busque oportunidades para marcar la diferencia en el día de alguien y procure acercar a esa persona a Jesús. En la medida en que usted lo haga, obtendrá un gran sentido de propósito sin importar su posición.