El hombre bueno dice cosas buenas porque el bien está en su corazón, y el hombre malo dice cosas malas porque el mal está en su corazón. Pues de lo que abunda en su corazón habla su boca. Lucas 6:45 (DHH)
Jesús contó una historia llamada la parábola del sembrador para enseñarnos una lección muy importante. De hecho, esta lección es tan importante que no podemos entender ninguna de Sus lecciones si no entendemos esta (Marcos 4:13).
La parábola describe cuatro tipos de actitudes del corazón que prevalecen en las personas. Tres de estas actitudes pueden evitar que recibamos de Dios. Solo una es una actitud similar a la de Cristo que permite que la Palabra de Dios produzca una cosecha de cosas buenas en nuestras vidas. Verá, cuando la gente lee o escucha la Palabra de Dios, esta parece producir grandes cosas en algunos y no en otros. Todo depende de la preparación que cada cual tenga en su corazón.
En la parábola de Jesús, una persona está plantando sus campos. Mientras planta, su semilla cae en cuatro tipos de suelo. La semilla representa la Palabra de Dios y los cuatro tipos de suelo son los tipos de corazones que las personas tienen cuando la reciben.
El primer tipo de suelo, era un camino rígido y entonces la semilla fue robada por los pájaros. El segundo tipo era pedregoso y sin profundidad; la semilla brotó fácilmente, pero se marchitó. El tercer tipo tenía maleza que ahogaba las plantas antes de que estas pudieran producir cualquier cosecha. Finalmente, el cuarto era un buen terreno que produjo una gran cosecha.
¿Le gustaría tener una gran cosecha de las promesas de Dios en su vida? Usted Puede preparar su corazón para recibir y, por lo tanto, producir las “cosas buenas” a las que se hace referencia en nuestro versículo de hoy — salud, prosperidad, protección, excelentes relaciones y más, pero usted debe ser persistente. ¿Está usted dispuesto a mirar honestamente su corazón?