Yo sé los planes que tengo para ustedes, planes para su bienestar y no para su mal, a fin de darles un futuro lleno de esperanza. Yo, el Señor, lo afirmo. Jeremías 29:11 (DHH)
Usted fue diseñado por Dios para vivir una vida con propósito. Él tiene un destino emocionante planeado para usted – usar sus dones y habilidades para hacer de este mundo un lugar mejor. En el camino para vivir su propósito, hay tres fuerzas para cultivar y proteger:
Visión: Los sueños son el lenguaje del Espíritu Santo. Dios rara vez comunica Sus planes en una voz audible. En cambio, es más probable que usted tenga un sentido intuitivo sobre una determinada dirección. Aumente su sensibilidad hacia este sentido: Dios le está hablando más de lo que usted piensa.
Enfoque: Es la clave para mantener vivos los sueños. Usted le da poder a cualquier cosa en la que se enfoca. Siga enfocándose en los sueños que Dios ha puesto en su corazón y los cumplirá. Pero si usted permite que los problemas lo desvíen, perderá de vista aquello que desea. El enfoque es una habilidad que se desarrolla con la práctica. La próxima vez que sienta la tentación de renunciar a su sueño, entre en la Palabra de Dios para recargarse y luego vuelva a enfocarse en su meta.
Pasión: Viene de un enfoque sostenido. Las personas con los mejores matrimonios le dirán que enfocarse en los atributos positivos de su cónyuge es la mejor manera de permanecer apasionadamente enamorado. Tan pronto como usted cambia su enfoque hacia los defectos, la pasión disminuye. Con sus sueños, usted también activa la pasión al mantenerse enfocado en las posibilidades.