Y te daré las llaves del reino de los cielos, y todo lo que atares en la tierra será atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra será desatado en el cielo.
Mateo 16:19 (NKJV)
En el versículo de hoy, Jesús habla de nuestra autoridad como creyentes.
Él dice que nosotros tenemos el poder de atar y desatar cosas en este planeta, y Él deja en claro lo que se nos permite atar y desatar. Tenemos el poder de atar todo lo que está atado en el cielo, y desatar lo que está desatado en el cielo.
¿Qué está desatado en el cielo? Salud, prosperidad, bendición, paz, alegría, amor, pertenencia y protección. ¡Todas las increíbles promesas de Dios están desatadas en el cielo!
¿Qué está atado en el cielo? Enfermedad, dolencias, temor, celos, malicia, orgullo y todas las maldiciones de la ley que se encuentran en Deuteronomio 28.
Así que esto nos da parámetros claros sobre lo que podemos usar con nuestra autoridad para atar en este planeta.
Dios quiere que caminemos con alegría, paz y perdón, pero cuando oramos, a menudo asumimos que estamos pidiendo a Dios que ate y desate cosas en nuestras vidas. Pero Él ya nos ha dado la autoridad. ¡Dios no está reteniendo nada para nosotros! Él nos ha dado las llaves de su reino.
Cuando la gente está enferma, podemos orar por ellos y esperar que la enfermedad se vaya.
Cuando las cosas van mal, estamos capacitados para hacer la diferencia.
Cuando usted ore, dese cuenta de que usted tiene la autoridad de atar y desatar cosas en este planeta. Dios ya ha accedido a darnos sus promesas, así que cuando usted ore, puede declarar las promesas de Dios sobre su vida y las vidas de sus seres queridos, en el nombre de Jesús.