¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor! Alaben, siervos del Señor, alaben el nombre del Señor. Salmo 113:1
¿De qué se trata la alabanza a Dios? Esta cita de Myles Munroe lo resume bien: “La alabanza está celebrando que Dios tiene su verdadero hogar en nuestro corazón”.
¿Y por qué la alabanza es tan vital? Porque la alabanza pone nuestro foco en Dios, lo pone en primer lugar.
A menudo ponemos otras cosas en primer lugar en nuestras vidas. Cuando nos enfrentamos a un problema, ponemos ese problema primero. Es la primera cosa en nuestras mentes en la mañana y es lo último que pensamos en la noche.
Ahora, no estoy diciendo que usted no debería lidiar con sus problemas. Ignorar un problema no lo hace desaparecer; sin embargo, cuando usted toma el tiempo para poner a Dios primero al alabarlo, usted obtiene el poder para resolver ese problema. Cuando algo me está inquietando, encuentro que mientras más fuerte alabo, más rápidamente encuentro el poder para superarlo.
Día tras día nosotros necesitamos guardar nuestros corazones para que otras cosas no se muevan al primer lugar. Un nuevo trabajo, una nueva relación, un nuevo bebé, un nuevo hogar… muchas cosas compiten por nuestra atención. La alabanza pone a Dios primero.
Cuando usted se levanta por la mañana, antes de hacer cualquier otra cosa, entre en el ambiente adecuado. Mientras usted se cepilla los dientes o está en un viaje al trabajo, entone su canción de alabanza favorita o simplemente alábelo a él. Diga: “Alabado seas Padre. Gracias por ser tan impresionante. Gracias por el maravilloso día que planeaste para mí. Eres increíble, y solo quiero agradecerte por todo lo que has hecho por mí”.
¡Usted necesita de la presencia de Dios, así que alábelo hoy y recuerde que él es el primero en su vida!