Su Valor, De Acuerdo A Dios

Leon FontaineEntregate

Alaba alma mía al Señor; alabe todo mi ser su santo nombre… él rescata tu vida del sepulcro y te cubre de amor y compasión, él colma de bienes tu vida y te rejuvenece como a las águilas. Salmo 103:1,4-5 (NKJV)

 

En los últimos días hemos estado hablando sobre la autoestima. Hemos establecido que Dios quiere que nos amemos a nosotros mismos. Él quiere que nos respetemos y nos demos cuenta de lo preciosos que somos para él.

Desafortunadamente, a veces tratamos de obtener nuestra autoestima en los lugares equivocados, lo que nos hace tener baja autoestima. Por ejemplo, a veces podemos medir nuestro valor por nuestra apariencia. Podemos compararnos con otros que son más altos, más bajos, más grandes, más pequeños, más jóvenes o más viejos… y sentimos que nos quedamos cortos.

Cuando se trata de su apariencia, este es un buen lema para vivir: ¡Haga lo mejor que pueda y acepte el resto! No hay nada malo en trabajar y esforzarse para sacar lo mejor de lo que usted tiene, pero no esté excesivamente enfocado en el aspecto. Después de todo, su apariencia no determina su valor.

Todos tenemos aspectos de nuestra apariencia que nos gustaría cambiar. La realidad es que a menudo nos centramos demasiado en estos llamados defectos y pensamos que son lo primero que otros notan acerca de nosotros. Mientras tanto, la gente no es minuciosa sobre nuestra apariencia, en términos generales. ¡A menudo están demasiado preocupados por su propia apariencia para notar a alguien más!

¡Haga lo mejor que pueda con lo que usted tiene y luego centre su atención en quien Dios lo hizo para ser! Usted es único y especial. Como Filipenses 4 enseña, enfóquese en lo que es bueno y ¡recuerde que usted es precioso para Dios y para los demás sólo porque usted es usted!