»No los voy a dejar huérfanos; volveré para estar con ustedes. Juan 14:18 (DHH)
¿Alguna vez se siente vacío o solo, como si algo faltara en su vida?
En el versículo de hoy, Jesús usa la palabra huérfanos, no es un término que escuchamos a menudo, pero describe con mucha precisión cómo se habrían sentido los discípulos cuando Jesús les dijo que se iría. Habían estado con Jesús durante tres años. Él los dirigió, se ocupó de sus necesidades, calmó tormentas y realizó increíbles milagros. La idea de la vida sin él hubiera parecido insoportable, vacía y solitaria.
Tal vez usted pueda verse reflejado en cómo se sentían estos discípulos. Tal vez usted conozca bien este “corazón de huérfano”; quizás usted haya experimentado momentos en los que se sintió completamente abandonado, desprotegido, vulnerable, rechazado o temeroso. Incluso teniendo los mejores padres, probablemente usted se haya sentido desesperadamente solo o extrañamente vacío a veces. Estos sentimientos de “corazón de huérfano” nos pueden afectar a todos nosotros, incluso como creyentes, porque así es como nos sentimos cuando no somos conscientes del amor incondicional de Dios en nuestras vidas.
La buena noticia es que Jesús fue muy claro al decir que no nos dejaría huérfanos, porque estaba enviando al Espíritu Santo para que more dentro de cada creyente. No solo eso, ¡Jesús dijo que este nuevo acuerdo sería incluso mejor para nosotros (Juan 16:7)! Todos podemos disfrutar de su increíble compañerismo y amor todos los días, como si Jesús estuviera allí con cada uno de nosotros.
Cada vez que usted se sienta solo, piense en el hecho de que el Espíritu Santo está allí mismo, dentro de usted. ¡Siga estudiando Su Palabra y dirija su atención a Su presencia, y deja que Él le muestre cuán verdaderamente aceptado y profundamente amado es, justo aquí, ahora mismo!