No tengas miedo, pues yo estoy contigo; no temas, pues yo soy tu Dios. Yo te doy fuerzas, yo te ayudo, yo te sostengo con mi mano victoriosa. Isaías 41:10 (DHH)
¿Usted o alguien que conoce está enfrentando un problema de salud mental?
A pesar de nuestra renuencia a hablar sobre salud mental, no hay razón para sentirse avergonzado. Las estadísticas muestran que una de cada cinco personas tiene estas dificultades actualmente. Del mismo modo que un páncreas o un corazón pueden desarrollar una enfermedad, también puede sucederle a nuestro cerebro, pero como creyentes, podemos curarnos.
Esta curación puede darse de manera instantánea, o puede producirse cuando seguimos los consejos prácticos de expertos y consejeros en medicina y salud natural. Del mismo modo que los medicamentos, las terapias manuales, la dieta y los suplementos pueden marcar una gran diferencia en otras dolencias, estos también pueden ser de gran ayuda en el área de la salud mental.
Además de alentarlo a buscar estos tratamientos, deseo brindarle una respuesta bíblica a la salud mental que se pueda aplicar simultáneamente. Piense para comenzar, en la palabra de hoy. Dios dice que Él está con usted, pero Él necesita que usted lo invite a su situación para poder ayudarle.
¿Por qué no tomarse un momento para hacer eso ahora? Dios es SU Dios, y Él promete fortalecerlo, ayudarlo y sostenerlo mientras usted hace lo que necesita hacer para llegar a un lugar de sanación, paz y estabilidad.
Vamos a seguir hablando de esto en los próximos días, por lo que si usted conoce personas que estén enfrentando esta dificultad y considera que es apropiado, comparta este devocional con ellos. Y si usted está teniendo este problema, recuerde que no tiene que hacer este viaje solo. Dios lo ama y Él quiere que usted esté sano e íntegro: ¡espíritu, alma y cuerpo!